Una de las cosas que más me encuentro en consulta a la hora de trabajar es el tabú emocional.
Estas frases son solo algunas de todas aquellas que hemos podido escuchar a lo largo de nuestra vida y que hemos acabado interiorizando, incluso llegando al punto de no permitirnos sentir ciertas emociones. Acabando por asumir la idea principal que a todas ellas relaciona y que es tan perjudicial: «si me siento mal soy débil, si me siento vulnerable algo está mal y tengo que mostrarme fuerte», y NO.
Si a veces te sientes mal es normal, si te sientes vulnerable es porque eres human@. Todas las emociones son válidas, naturales y necesarias, las que nos gustan y las que no; ser consciente de esto nos permitirá avanzar.
¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos escuchado este tipo de afirmaciones?
Frases que aunque pueden no tener ninguna intención de causar mal pueden hacerlo, o que incluso nosotr@s mism@s hemos podido verbalizar en algún momento de nuestra vida en el que la otra persona nos preocupaba y queríamos animarle. Sin embargo, con este tipo de afirmaciones lo único que conseguimos es crear un tabú sobre cómo nos sentimos y cómo nos «deberíamos» sentir.
Nos genera culpa por sentirnos así, por no ser lo suficientemente positivos, o por no sentirnos bien cuando «deberíamos». Nos genera necesidad de quitarnos las «malas emociones», sin pararnos a ver que éstas son tan válidas y naturales como las que calificamos de positivas; y que el verdadero problema surge cuando nuestra única misión radica en quitárnoslas a toda costa, incluso llegando a prescindir de esas cosas que sí que nos hacen sentir bien.