La dependencia emocional viene de la necesidad extrema por evitar el «abandono» de la otra persona, llegando a poner tu vida prácticamente a disposición del otro, y eliminando cada vez más tu propia individualidad. Algo sumamente peligroso ya que recae toda la «responsabilidad de tu felicidad» en la otra persona.
Por supuesto, no todo es dependencia. Buscamos que las personas que queremos permanezcan en nuestras vidas, nos hace sentir bien su compañía, queremos cariño de los nuestros, etc.
Hablamos de dependencia cuando, a pesar de que una relación te hace daño y tú eres consciente de ello, no puedes alejarte. Cuando no sabes hacer tu vida sin X. Cuando te dejas de cuidar a ti únicamente por mantenerle al lado.
Que nos elijamos junt@s, no que nos necesitemos a toda costa.
En una relación también importas tú y tus sentimientos. En el momento que una relación te hace daño y aún así no te sientes capaz de salir de ella, nos tenemos que replantear porque estamos ahí.